AUTORRETRATO LINGÜÍSTICO
Yo
nací en Cantabria, una Comunidad Autónoma monolingüe, es decir, en ella solo se
habla castellano. El castellano que se habla en Cantabria tiene varias
peculiaridades y errores sintácticos, como por ejemplo el leísmo, el laísmo y
el uso incorrecto del condicional. Es muy habitual mantener una conversación
con alguna persona de aquí y que cometa fallos garrafales como: "Yo no soy
de Santander, pero como si lo sería"
o ir a una tienda de ropa con mi madre y que pregunte la dependienta
refiriéndose a unos pantalones: "Pruébeseles, a ver qué tal la
quedan". Así como yo creo que no cometo nunca errores con el condicional,
si estoy en una conversación fluida con mis amigos cometo algún leísmo y algún
laísmo.
Tengo influencia asturiana, ya que mi
familia por parte de mi madre es de allí. Esto lingüísticamente hablando es
bueno, pero a la vez es malo. Es bueno porque desde pequeño mi madre me ha
sabido corregir leísmos y laísmos y cometo pocos, aunque en conversaciones muy
fluidas probablemente se me escape alguno, y a su vez, tiene también su parte mala,
debido a que el asturiano es un dialecto del castellano y tiene también sus
errores gramaticales, como por ejemplo, utilizar siempre el pretérito perfecto
simple en lugar del perfecto compuesto. "Hoy me levanté con el pie
izquierdo" en lugar de "Hoy me he levantado con el pie
izquierdo", error que personalmente cometo bastante.
Asturias es una Comunidad Autónoma donde
además del castellano, se habla asturiano, por lo que tiene sus expresiones y
sus peculiaridades. Por ejemplo, los pronombres se ponen detrás del verbo:
"Levantóse y dióme un beso"; se utiliza ye en lugar de es, "ye un chico encantador"; expresiones como "no
me da más" que en castellano sería "me da lo mismo"; palabras
como "prestar", que es una palabra muy útil ya que no tiene una traducción
exacta al castellano. Se dice cuando algo te gusta mucho, veámoslo en una
frase: "Prestóme mucho la ducha". A día de hoy, en conversaciones con
mi madre usamos palabras del asturiano como el verbo pingar, que pensábamos que era una palabra española, hasta que hace
muy poco tiempo le dije que no me parecía del castellano y, efectivamente,
pingar se usa en Asturias para expresar
que algo está muy mojado, "Esta chaqueta está pingando!".
Mi primer contacto con una lengua
extranjera fue hace tanto tiempo que ni siquiera lo recuerdo. De lo que sí me
acuerdo es que fue con el inglés. Lo aprendí desde muy pequeño y me resulta un
idioma fácil, puedo decir que se me da bastante bien, aunque todavía no he dado
el paso de viajar a Inglaterra, la tierra de Shakespeare, para poder decir que
soy bilingüe. Pienso que para serlo hay que pensar en ese idioma y no traducir
mentalmente las frases al español, como hago yo. No puedo decir lo mismo con el
francés, que lo llevo estudiando desde 5º de Primaria y no es una lengua que
precisamente me haya apasionado, de hecho, este año no la he elegido como
optativa. Tengo curiosidad por aprender algún otro idioma como el italiano, ya
que me parece una lengua muy bonita, probablemente más adelante la estudiaré
por mi cuenta.
¡Soberbio, Juan, fantástico! Ya lo había leído cuando me mandaste el enlace del portafolios digital, y ahora he vuelto a releerlo porque he llegado por fin, por orden alfabético, a ti. Y he vuelto a quedar fascinado, de tu redacción, de tu expresión escrita, de la ordenación lógica de los contenidos, clara y precisa, etc. Sencillamente muy buen trabajo, Juan, enhorabuena. Solamente puedo señalarte un pequeño error (considero que un descuido): dejas de poner el signo de admiración inicial en un enunciado exclamativo, solo el final, como cuando escribimos en WhatsApp y estos sitios. Pero muy bien, de verdad, con las ejemplificaciones, con todo... He aprendido mucho con tu composición, del asturiano principalmente, así que hasta en eso salgo gratificado. Espero con interés tu próxima redacción, ¡sigue así!
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